ANGIOSARCOMA EPITELIOIDE METÁSTASICO SOBRE UNA FÍSTULA ARTERIOVENOSA

Autores: Leite Costa B. N.; Fernández Rivera C.; Calvo Rodríguez M.; Hermida Romero T.; López Muñiz A.; Ferreiro Hermida T.; Alonso Hernández A.
Centro de trabajo: Complexo Hospitalario Universitario A Coruña

Los angiosarcomas son tumores raros, suponiendo <1% de los sarcomas, y agresivos, con una media de supervivencia a los 5 años del 20% y mediana se superviviencia entre 11 y 15 meses. A pesar de que muchos pacientes con angiosarcoma (50-80%) se presentan con enfermedad local, algunos (20-45%) tienen enfermedad metastásica a distancia. A continuación se presenta un caso clínico de una paciente trasplantada renal con un angiosarcoma epitelioide de alto grado sobre una fístula arteriovenosa con metástasis pulmonares. Mujer 70 años que acude a urgencias por disnea. Había recibido un trasplante renal de donante cadáver en el año 2007 por una enfermedad renal crónica de etiología no filiada, con creatinina en plasma basal de 1.4mg/dL. Recibía tratamiento inmunosupresor con tacrolimus, micofenolato de mofetilo y esteroides. Previo al trasplante realizaba hemodiálisis mediante FAVI braquiocefálica que necesitó intervención quirúrgica en el año 2012 por aneurisma venoso. Presentaba sobre la FAVI dolor, habiéndose realizado ecodoppler que resultó normal. Se inició en urgencias tratamiento antimicrobiano de amplio espectro ante la sospecha de infección respiratoria. Ante la mala evolución se realizó TAC torácico de control evidenciándose lesiones pulmonares compatibles con metástasis. Se procede a realizar una biopsia pulmonar para tratar de filiar el origen primario del tumor, siendo compatibles las lesiones con angiosarcoma. Ante la presencia de metástasis pulmonares de un angiosarcoma primario de origen desconocido, se realizó arteriografía de FAVI que pone de manifiesto una masa muy bien vascularizada en dicha localización. Se realizó biopsia de la lesión siendo compatible con angiosarcoma epitelioide. En pacientes con metástasis irresecables debe plantearse tratamiento paliativo para prevenir síntomas, rápida progresión de la enfermedad y en algunos casos prolongar la supervivencia. En nuestro caso se inició tratamiento con paclitaxel semanal con buena evolución a los 5 meses tras el diagnóstico.